Tarde de frío ese día en Iruña, que se caldeó por la noche en la Sala Zentral, gracias a los canadienses Danko Jones y los vizcaínos Quaoar.

Treinta minutos después de la puntual apertura de puertas, salieron unos impacientes Quaoar, a eso de las 20:30, a prender la mecha ante un público para el que, mayoritariamente, eran unos desconocidos, a pesar de que ya era la cuarta vez que pasaban por la capital navarra.

Comenzaron con acordes acústicos para ir incrementando poco a poco la fuerza de su set. No faltaron temas como “The River and the Soul” y “Memento Mori” de su anterior disco o “Tough Guy” de su último trabajo, “Dreamers, dreaming”.

Consiguieron acercar al gentío hacia el escenario a base de insistir, aunque el público de estos lares suele preferir escuchar y reservar fuerzas para los cabezas de cartel. Aún y todo, lograron ejecutar un concierto de mucha calidad, con gran precisión en las guitarras de Hugo y Josu, la batería clavada de Bjorn, y la voz de Iñigo, que supo estar centrado durante toda la actuación sabiendo cumplir sus deberes como frontman de la banda.

Se metieron al público navarro en el bolsillo y más de uno se quedaría con ganas de verles, al día siguiente, en el Kafé Antzokia de Bilbo donde, como explicó el vocalista, interpretarían temas de Pearl Jam y la escena grunge de Seatle. Un día que serviría, también, como homenaje a la figura desaparecida de Scott Weiland. Triunfarían allí al igual en que en la Sala Zentral de Iruña.

Se cerraría el telón durante el tiempo suficiente de salir a la calle, haciendo uso del sello, para echar algún “fumable” y tomar el aire.

 Al entrar de nuevo a la sala se podía apreciar que el número de asistentes se había incrementado considerablemente,  lo suficiente como para crear un buen ambiente y poder moverse sin empujones por el local.

Se abre el telón y aparecen los Danko Jones; no se cierra el telón. El rock and roll se apodera de nosotros.

Danko y los suyos comienzan, tras la intro de la banda sonora de “Los intocables” del genial Morricone, con “The Rules” haciendo conectar a todos los presentes, siguiendo con el eléctrico “Play the Blues” y de “Sugar Chocolate” sin parar un solo instante entre una y otra.

Después de presentarse como “Dankojones”, tal y como se pronuncia en castellano, continuaron con “Forget My Name” de “We sweat blood” empalmando con “The Twisting Knife” de su último plástico, “Fire Music”. Y vaya que sí ardía la música. Fue en este tema cuando el público comenzó a corear con más fuerza junto a la banda. Un tema que tiene muchas similitudes a las maneras de cantar de Glen Danzig, posible razón por la que elegirían como siguiente en su set una versión de Misfits, “Die, Die My Darling”.

Pero fue simplemente un guiño. Fue terminar los primeros coros para saltar a la breve pero contundente “Samuel Sin”. Se tomaron un pequeño respiro antes del siguiente tema, cuando alguien del público pidió que tocaran rock, a lo que Danko contestó entre risas “creo que es esto lo que llevamos haciendo todo este rato, no?”. Y fue entonces cuando llegó el momento álgido de la velada, con “First Date”. El hit que hizo bailar hasta al apuntador.

Volverían a retomar su último trabajo con el single “Do You Wanna Rock”. Un tema que tiene esos característicos cencerros de película de persecución de los 70’s, con los que no puedes evitar mover las “baquetas de aire”. John Calebrese que no paró de animar a la gente, disfrutaba de lo lindo al ver esos detalles en la manera de moverse del público, siguiendo el ritmo de la batería de “Rich Knox”. La verdad es que es una pieza que ha encajado a la perfección en el grupo.

La melodiosa “Had Enough” de “Below the Belt” sería la siguiente en sonar. Las botellas de agua comenzaban a caer sobre las cabezas de los integrantes de Danko Jones, que reemprenderían tras el pequeño piscolabis con “Code of the Road” para no dejar de hacer bailar al personal, entre los que se encontraban artistas como “Flaco” y “Txus Maraví” de la banda de “El Drogas”, o Gorka Urbizu de Berri Txarrak.

“Esta es una canción que habla sobre piernas de mujeres”, puntualizó el vocalista después del insistente estribillo de “Legs”, por si a alguno no le hubiera quedado claro, antes de continuar con “Sugar High” y “Dance”.

A pesar de ser un Jueves, se notaba que el día siguiente no era laborable en Navarra, a juzgar por la borrachera que llevaba algún que otro presente, que no dudó en acercarse hasta Danko a que le autografiara la entrada, en plena actuación. Esta misma persona fue la que pretendería subirse al escenario más tarde, pero sería invitado por Danko a no hacerlo a no ser que tocara una guitarra o cualquier otro instrumento, “entonces sí tendría razones de subir al escenario”, algo que habría sido difícil a juzgar por su estado…

“Cadillac” y “Lovercall”, dos temas de 2001 y 2002 respectivamente, precederían a un tema del último disco: “Gonna Be a Fight Tonight”. El tema más rápido de la noche y con el que se despedirían antes de los “beste bat, beste bat”.

No se harían de rogar demasiado e iniciarían el bis con otro rápido tema de su último redondo, con unos dejes muy country “Watch You Slide”.

Volverían a sonar los característicos cencerros de la banda con “Full of Regret”. Uno de esos temas que confirma a Danko Jones como una propuesta consolidada en el mundo del rock. Un estilo en el que es difícil destacar pero los canadienses han vuelto a subrayarlo con “Fire Music”, un muy buen trabajo y que funciona a la perfección en directo. Así lo hizo “Body Bags”. Cerrarían como de costumbre con “Mountain”, tema que aprovechó Danko para homenajear a leyendas como Bon Scott, Randy Roads, Dimebag Darrel, Cliff Burton, los difuntos componentes de The Ramones, Phil Lynott, Eric Carr, Barry White, John Lord, Joe Strummer, Ronnie James Dio, Jeff Hanneman o Johnny Cash.

Tras despedirse de los allá presentes y obsequiar con púas y baquetas, nos dejarían un grupazo de rock de los que hay pocos. Habiendo pegado un repaso a todos sus discos, Danko Jones y los suyos, calentaron el ambiente en la sala Zentral de Pamplona, haciendo destacar sus temas nuevos con un sonido y unas luces a la altura.