Si tuviéramos que poner un único calificativo que definiera el concierto que dieron Skunk Anansie en Zentral, no podría ser otro que “apoteósico”, pues se trató de un show en el que no solo hubo un especial  cuidado con luces y sonido, sino una entrega fascinante por parte de la banda y, en especial, de su front woman, Skin.

 A las 19:30 abrían las puertas de la sala Zentral de Iruña, que colgaba el cartel de “sold out”, a la que iban llegando poco a poco todos los que se habían dado un garbeo por la parte vieja y para disfrutar del tradicional “juevintxo”. Una vez más, el ambiente de los bares cercanos con su oferta culinaria de cada jueves, propiciaría un calentamiento para una noche de rock de alto octanaje.

Alrededor de una hora más tarde de la apertura ocuparían el pequeño espacio que los cabezas de cartel les habían dejado, The Pearl Harts. Un joven dúo inglés compuesto por guitarra y voz con reminiscencias de la puesta en escena de The White Stripes, o la pegada de Black Sabbath.

Distorsiones densas, afinaciones oscuras, melodías pegadizas y bucles sonoros conforman el coctel de esta banda que da como resultado un hard rock directo, que invita a moverse y a subir el ánimo. Justo lo que consiguieron.

Sin ni siquiera haber sacado su álbum debut al mercado, algo que será realidad en breve, pudimos escuchar algunos de los temas que están colgados en la red, tales como, Go Hard, Black Blood o la potente Hit the Bottle.

Tras algo más de media hora estas chicas de Londres terminaron su set y, ellas mismas, ayudaron a recoger el equipo sin que se les cayeran los anillos. Algo nos dice que su mejor tema está aún por llegar y darán la nota de verdad.

Si el sonido (un tanto descompensado de frecuencias) y las luces (un rojo continuo) de las teloneras, nos hacía temer que los cabezas de cartel no sonaran del todo bien, pese a que se habían traído su propio equipo de P.A. e iluminación, todas esas dudas se difuminaron desde el primer tema en sonar de Skunk Anansie, “And Here I Stand” de su primer disco.

A las 21:30 Martin fue el primero en pisar el escenario con su bajo y después saltaron el resto. Ocultada bajo una capucha y unas gafas oscuras salió Skin a comérselo todo, y vaya que sí lo hizo. No dudó en saltar sobre un público que la devolvió al escenario para seguir con el show.

“Intelectualize My Blackness” sería el segundo tema y Deborah Dyer “Skin” no paraba de ir de un lado a otro del escenario, saltando, animando pero, sobre todo, clavando todas y cada una de las notas que cantaba.

Una de las canciones de la resurrección de la banda en 2010, “Because of You” mantuvo la agitación pese a ser un tema más sosegado, y volvieron a la carga con “I Will Break You” para después retomar los medios tiempos con “Death to the Lovers” de su último disco, Anachytecture, que consiguió emocionar a más de uno sobre todo cuando recibía la mirada directa de esta impactante vocalista que encaja como un guante en una banda más que sobresaliente.

Temas nuevos como “Without You” se mezclaban con antiguos como “Twisted” sin que se notara el paso de los años, 23 nada más y nada menos… Saltaban de temazos como “My Ugly Boy” de 2010 a hits como “Weak” de 1996, en el que Skin se colgaba la guitarra, encumbrándolos al mismo nivel. Y no perdían fuelle, sino todo lo contrario, en los cortes más suaves, porque canciones como “Hedonism” o “Victim” sirven de puntos de inflexión en un espectáculo más que movido, para dotarlo de variedad.

El concierto de rock se tornó en pista de baile, con el apoyo de unas luces tipo “laser” que llegaron a crear una red de arriba abajo del escenario en la que Skin, ataviada para la canción con un ropaje repleto de espejos, bailaba “Love Someone Else” junto a su fantástica vocalista de apoyo, haciendo rebotar los haces rojos de luz hacia el público.

Como comentó la vocalista, “Victim” sería interpretada por primera vez en Zentral antes que en ningún otro sitio en el Estado. Un tema agrio de su último trabajo al que le seguiría “I Believed in You” haciéndonos sentir como si estuviéramos en un local de fitness en lugar de en una sala de conciertos, a juzgar por los movimientos de aerobic que Deborah se marcaba sin perder ni un ápice de su eterna sonrisa.

Con “That Sinking Feeling” seguirían haciendo sudar un poco más a las filas más próximas del escenario antes de entrar con temas más pausados como “God Loves Only You”, “My Love Will Fall” o “We Don't Need Who You Think You Are”, temas nada sencillos de interpretar vocalmente que hicieron que le saliera un pequeño gallo a Skin tras su ejecución, mientras comentaba al público de Pamplona sus preferencias antifascistas y antixenófobas, a raíz de los últimos acontecimientos protagonizados por el nuevo mandatario que ocupa la Casa Blanca. Y,  para subrayar su discurso arremetieron con  “Yes It's Fucking Political” y “Little Baby Swastikkka”.

Skin no dejó de mantener atento al personal de seguridad de la sala en cada oportuno salto que hacia la masa de gente, sin tener ningún reparo en seguir cantando entre todo el público que no paró de saltar a su alrededor.

Llegaríamos así a la pausa antes del final. Conclusión que llevarían a cabo, después de las presentaciones de rigor, con temas de lo más variado: “Beauty is your Curse”, de su último álbum; la balada “Tracy's Flaw”, pidiendo silencio entre una y otra parte del tema; y, para rematar, el tema favorito del que escribe esta crónica, “Charlie Big Potato”, que nos teletransportaría nuevamente a finales de los 90.

Si la sala Zentral no deja de sorprendernos con propuestas nacionales e internacionales de gran calidad, con la inclusión de Skunk Anansie en su agenda han dejado el listón bien alto. Gente satisfecha y sonrisas era lo que se veía al finalizar, aunque se tuvieran que abrir las puertas laterales de emergencia debido a un pequeño cuello de botella sin importancia, en la entrada principal, debido a la gran afluencia y a la falta de calma por parte de los asistentes.

En el bolo de ese jueves en Pamplona quedó claro que las chicas saben rockear, y que este estilo no es cosa de hombres o del nivel de testosterona que corra por tu sangre, sino de la pasión con la que se transmite lo que haces. Las chicas también rockean y cuando lo hacen, a algunos, nos parecen más interesantes.