El teórico de arte Clement Greenberg estaba muy equivocado, en hacernos creer que el arte está solo al alcance de unos pocos intelectuales, y que solo lo pueden realizar y entender los sibaritas. Acaso, chocaría moralmente con los postulados del “do it yourself” que los Sex Pistols demostraron en los 70’s, poniendo los cimientos para toda una actitud, que sería el revulsivo de otros estilos haciendo evolucionar por ejemplo, al heavy metal hacia el Thrash, o al hard rock hacia el hard core.
Antes de las 20:30, hora en la que estaba programada la apertura de puertas, ya se agolpaban los jóvenes, y no tan jóvenes, seguidores de Kaotiko que esperaban ansiosos la llegada a la capital de su tierra natal Araba, para presentar oficialmente en el estado su esperado último disco E.H. Calling.
Con gran puntualidad aparecieron en escena los navarros Stupenda Jones, banda formada por dos componentes de Altsasu, Santano y Zelayita, a los tambores y al bajo respectivamente, y Jon a la guitarra y al micro, de Olazti, lugar de ensayo de la banda, y que les ha visto crecer hasta llegar a su tercer disco: Hiru.
Los “sakanikolas” empezaron a calentar la sala que iba llenándose paulatinamente pero de la que iba entrando y saliendo gente, pues la inmensa mayoría, como siempre suele suceder por estas tierras, cuando no se conoce al telonero, no se le da la importancia requerida o una oportunidad para ser escuchados.
Aun y todo el ambiente fue creciendo, y el respetable comenzó a recordar los temas que habían escuchado en las emisoras de radio. Canciones como “No quiero ser como tú” o “Eguzki Lore”. El tener que tocar como trío, y el hecho de pasar a las tareas de bajista por parte de Zelayita, antiguamente guitarra rítmica, no ha creado gran mella. Y han dejado claro que la excesiva noción técnica a la hora de tocar el instrumento no es lo más importante para hacer llegar el mensaje musical. El sonido Gibson que ya es un sinónimo de rock; los bajos Rickenbacker utilizados también por el gran Lemmy Kilmister; las quintas de los power chords y las terceras de los coros más hard core; serían la tónica de esta noche, y no solo con Stupenda Jones, sino también sería la paleta que utilizarían los cabezas de cartel para colorear la velada.
Finalmente Stupenda Jones acabaron convenciendo al público asistente con temas como “Bizi nahi dut” y como respuesta a los “beste bat” hicieron dos biseçs, incluyendo su ya clásico “A donde va a parar”, terminando su set pasados unos minutos de las 22:00, y dejando el terreno allanado para los alaveses Kaotiko.
Después de los komas etílicos, o bajones de tensión que padecieron algunos de los asistentes tras el uso, y abuso, de las drogas legales y las que no lo son tanto fuera del local, el personal de la sala tuvo que ocuparse al respecto ayudando a más de uno a salir por las puertas de emergencia, demostrando una buena labor de organización.
Y por fin, el grupo más esperado de la noche. Recién llegados de Londres, donde participaron en la VII semana internacional en solidaridad con el Basque Country, haciendo llegar la llamada de Euskal Herria a tierras inglesas. Recordando la problemática política de estos lares, además de representar la cultura vasca con su actuación.
El pistoletazo de salida lo dieron con el primer corte de su nuevo álbum Psicho, de gran agresividad y velocidad, y que plasma la caña de este disco con un título que hace un guiño al tercer disco de los ingleses The Clash, London Calling. Ese disco fue un punto de inflexión en la banda británica, y también puede serlo su nueva grabación para Kaotiko, que no se ha dormido en los laureles. Cuando pusieron el título al disco varias inundaciones azotaban a Euskal Herria, en una época en que la gente vive una situación económica desoladora. Posiblemente eso les acercó a la frase que utilizó Strummer en su canción “Londres se está inundando y yo vivo al lado del río”, que más tarde se tradujo en la construcción de la barrera del Támesis. Lejos de olvidar sus anteriores discos, los de Agurain prosiguieron con “A Kms” y “Sucio Criminal”, de Reacciona y Rasca y Pierde, para volver otra vez a E.H. Calling con ese gran trallazo que es “Presa”, un canto contra el racismo y la xenofobia, y el abuso de la clase política. El público ya era para entonces uno más de la banda.
Tampoco se dejaron en el tintero canciones del anterior proyecto de los tres miembros fundadores de Kaos Etílico que resucitaron en Kaotiko. Sonaron “Ansiedad”, “En La Barra Del Bar”, y antes del bis de rigor “Su falso Mundo”. Versión que hacían en Kaos etíliko de “Luna Rossa” de Banda Basotti, y que regrabaron junto a ellos, cantando en italiano en el disco Adrenalina. La canción fue compuesta originalmente por Claudio Bernieri en 1971, con el nombre de "Piazza Fontana", y cuatro años más tarde reinterpretada por el grupo Yu Kung.
Pero esta canción fue casi al final. Antes tocarían temas de Reacciona como “Quien manda aquí”; de Rasca y Pierde como: “Juerga”, “Paranoia”, “Rico Deprimido“ o “La culpa de todo la tienes tú”, intercalándolas con los nuevos cortes “Un mal sueño” y “Fuera de Juego” que sus fans ya se habían estudiado, por lo que sacaron un aprobado alto, ganándoselo a base de corear los nuevos himnos del grupo que tanto esperaban ver interpretándolos en directo.Después de presentar estos temas nuevos en la sala con el mismo nombre que la tercera canción del London Calling de los Clash Jimmy Jazz, prosiguieron con “Okupas S.A.” de Adrenalina, y “Chihuahua” y “Preso 2023” de Rasca y Pierde. Es en esta canción, por ejemplo, donde sonaron los acoples buscados adrede por las guitarras de los hermanos Aguayo, para acompañar los redobles de la caja del etxarritarra Xabi, excepción navarra entre las filas de Kaotiko, así como el técnico de sonido altsasuarra Fran, que impidió que sonaran ruidos indeseados, y de explotar al máximo la buena acústica y el raider de la sala de Gasteiz.
Técnico que conoce a la perfección cada paso de estos dos grupos, para los que tuvo que hacer doblete, al igual que a otros de la escena punk a los que sonoriza habitualmente como: Gatillazo o Lendakaris Muertos, de otros estilos como Kerobia o Los chicos del Maiz, además de trabajar en el Jazzaldia de Gasteiz. Labor que se puede efectuar adecuadamente cuando la música que se escucha no se cierne a un solo estilo de música, pues tanto el técnico de sonido, como los componentes de Kaotiko, no solo reproducen en su ipod a grupos punk rock, como Misfits, Rancid o The Ramones, sino que van más allá escuchando a los daneses Volbeat, que por cierto ahora han incorporado al exguitarra y productor de Anthrax Rob Caggiano, o a otros grupos como Murder Dolls, Sepultura, Fear Factory, Messugah, Queen, Iron Maiden, Avenged Sevenfold, Metallica, Tears for Fears, Toto, y un largo y dispar etcétera.
Toda esta apertura musical, y no solo en el rock, hacen que grupos como Kaotiko no desfallezcan. Y arrean las riendas de su proyecto, llevandolo a cabo con gran coherencia, y siendo creíbles y honestos.
Justo en el vértice final del set, nos recordaron una vez más tocando “Recarga”, que tenían nuevo disco en la calle, en el que han contado no solo con la producción de Jimmy de S.A., sino que también ha participado delante del micro la garganta de Juan, acercándonos aun más si cabe, al sonido crossover y thrash, recordándonos a los míticos S.O.D. pero sumando la melodía a la contundencia.
Tras los clásicos “En el barrio del latón” y “Su falso Mundo”, llegó el bis con “Oh Caroline”, tema que compartían en el disco Adrenalina con Evaristo de La Polla, al cual muchos no le imaginarían como poseedor de joyas de la old school del thrash metal como Armored Saint en su colección de discos, después de escuchar la letra de Jhonny de La Polla Records, pero así es. “Otra noche” sería la canción elegida por Kaotiko para cerrar el concierto y llenar el local con energía positiva. Energía que los que disfrutaron de este concierto festejarían más tarde con una cerveza entre las manos para celebrar el día de San Patricio a pesar de no ser ni irlandeses, ni católicos.
Los saltos y energía de Aguayiko con la guitarra; la constancia, efectividad, coordinación de su hermano a las otras seis cuerdas; las dotes de arengador de masas de Fonta en los coros y al bajo; la fuerte pegada a la batería de Xabi; y la presencia y las voces de Jony, encandilaron a los seguidores del hard rock más punk, y dieron una lección a los que no lo eran tanto, de cómo hay que aprovechar los conocimientos técnicos musicales que se poseen, para que sin ser un Yngwie Malmsteen o un Pavarotti, poder hacer canciones redondas y hacerlas realidad sobre las tablas, algo que muchos grupos progresivos deberían tener en cuenta: la actitud del “hazlo tu mismo”.
Kaotiko nos trajeron la puntualidad inglesa de las tierras bretonas y llenaron la sala vitoriana hasta la bandera, sin dejar indiferente a ningún asistente. Tocaron en familia tanto ellos con sus incondicionales de tierras alavesas y parte del “extranjero”, como Stupenda Jones atrayendo a los suyos de la comarca de Sakana, conocida por algunos como Mordor.
Y esto acaba de comenzar. Después del Chats Palace de Londres y de la Jimmy Jazz de Gasteiz, comenzarán a promocionar su disco por tierras madrileñas y actuaron ayer viernes 22 en el Doka de Donosti, al día siguiente, en Iruña en la sala Totem, o el 6 de abril en la Lemon Music de Madrid.
